8 DE MARZO, DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
America latina vive surcada por la contradiccion entre el avance del protagonismo de las mujeres en los puesto de poder y el aumento de las cifras de feminicidios.
El 30 por ciento de ellas tiene una remuneracion menor que la de los hombre aunque cumplan la misma tarea.
Reflejo de una discriminacion que, a pesar de los discursos que exaltan la equidad de genero, esta muy lejos de haber sido derrotada.
En la argentina se realiza medio millon de abortos clandestinos al año.
La ilegalidad de la interrupcion voluntaria del embarazo esconde un negocio gigante que tiene a la mujer como victima y objeto..
SOBRE PIROPOS Y APARIENCIAS
Muchas veces me preguntan si como mujer alguna vez me senti discriminada. Y la verdad, no es facil advertir cuando una situacion es discriminatoria, y mucho menos lo es probarla.
En primer lugar, la discriminacion es el efecto de reconocer una diferencia, y a la vez establece una jerarquia sobre esa diferencia. La diferencia es pretendidamente natural (por ejemplo, la diferencia sexual o la racial o la etaria) y sirve para naturalizar la jerarquia con estereotipos que reducen sujetos complejos a una de sus condiciones.
Asi una mujer sera siempre inferior por su condicion de mujer, aunque porte condiciones de superioridad con respecto a muchos varones. Esto permite, por ejemplo, que entre varones y a veces en nuestra presencia se valore lo buena o mala que esta incluso el insulto grosero y misogino a cualquier mujer por alto que sea su rango. Un modo de discriminacion habitual consiste en ponernos en el lugar de objetos sexuales en que la cultura dominante nos ubica a las mujeres, para incomodarnos en circunstancias en que aspiramos a ser tratadas como iguales. Bajo la apariencia de un piropo o un chiste, nos sacan del dialogo ubicandonos en un espacio segregado (la segregacion es uno de los efectos de la discriminacion). Si insistimos en salir de ese ghetto, la violencia verbal sera mas explicita y nos mostrara que para una mente patriarcal, una mujer publica no es una mujer politica, sino una que por su audacia se expone a estar disponible para cualquier varon.
Las responsabilidades maternales y la pregunta por la culpa de pàsar tiempo fuera de casa son modos de señalar que nuestro espacio es el domestico y no el publico, y legitima los mecanismos patriarcales de ese espacio publico como si fueran naturales, como si la dificultad para conciliar lo personal con el diseño de las instituciones no fuera una creacion social expulsiva.
FIRMADO DIANA MAFFIA
para el diario SUR.
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