domingo, 2 de agosto de 2009

MADUREZ


Si llegar a la madurez significa tener los pies sobre la tierra, mejor no maduremos nunca. Acostarse y dejar los talones en el aire permite que ocurran ciertas cuestiones imprescindibles. Para andar, aunque sin saber del todo que es lo que se quiere, cortos de tiempo y reconocimiento, para aguantar a alguien todo el día, pagar las cuentas y sostener la carga de ser una persona, la verdad, dos piernas resultan bastante poco. Y por eso, la cama.
Aflojar los músculos y cambiar de perspectiva. Mirar para arriba a y no para adelante que es donde mas se nota lo que falta. En el plano horizontal, y siempre que la tele este apagada, el pensamiento se destraba y sale de ronda.
Estando en esa posición se recibe la vida y se espera la muerte. A la cama se va urgido por el deseo y de la cama cuesta levantarse cuando no se tiene ninguno. Un lugar donde olvidarse de todo y quedarse dormido, pero también un sitio para que los recuerdos no te dejen en paz ni siguiera en sueños. Una cama puede ser una fiesta, un punto de encuentro, el territorio para hacer una tregua y posponer para después lo que no se pudo arreglar antes.
Crecemos y crece el tamaño de nuestra cama. A veces se nos va de la mano y se vuelven tan grande que ir por el otro se torna una expedición imposible.
Pero en definitiva: Cual es el lugar mas importante de la cama? Sin duda, entre la sabana de arriba y la de abajo donde, con la excusas de dormir, hacemos lo imposible por conservar nuestros sueños.

TOMADO DE UN TEXTO DE LA MUJER DE MI V IDA. ESCRITO POR RICARDO COLER.